Finalmente, y tras una larga espera de más de cuatro meses, los gimnasios de Resistencia abrieron sus puertas, situación que no hace más que traer un alivio a los propietarios y trabajadores de los más de 100 centros que funcionan en la ciudad.
De igual manera, la medida fue recibida con gran entusiasmo por las miles de personas que, progresivamente, podrán retomar las diferentes disciplinas dentro de un proceso más que necesario para mantener la salud física y mental luego de un aislamiento tan prolongado como nocivo.
El transcurrir de los últimos meses trajo aparejado una gran cantidad de emociones que dijeron presente como nunca en el marco de una etapa convulsionada, novedosa e impensada. La vida cotidiana se vio envuelta en nuevas situaciones de estrés, ansiedad, angustia, insomnio, preocupaciones, insatisfacciones, nervios, entre otras.
Y es aquí donde se puede apreciar cabalmente la importancia de la apertura de los gimnasios, ya que la práctica de actividad física proporciona una grata sensación de bienestar y relajación, la cual permite lidiar de manera más natural con aquellos sentimientos que afectan la salud mental.
Al momento de ejercitarse el cuerpo libera endorfina, sustancia natural producida por el cerebro durante y después de la realización de alguna actividad física. La liberación de la endorfina, también conocida como ‘hormona de la alegría’, ayuda a relajarse, reduce el estrés, la ansiedad y mejora el estado de ánimo.
Reapertura escalonada
Cabe recordar que los gimnasios funcionan en la ciudad de Resistencia y área metropolitana desde fines del mes de julio para personas por recomendación médica, en tanto que desde este 7 de agosto comenzó la apertura progresiva con capacidad reducida. Además, el plan de desescalada implica que para septiembre se ampliará la calidad de personas por turnos.
Informe: José Martín Bangher.