Es indudablemente uno de los artistas plásticos más reconocidos del país, llegando incluso sus obras a las galerías de arte más exclusivas de ciudades de todo el mundo. Orgullosamente chaqueño, incansable trabajador, hiperactivo, solidario, Milo Lockett es un verdadero embajador de la provincia que, a pesar de todo el éxito cosechado en más de 20 años de trayectoria, no se la cree.
Zona Vip logró un imperdible mano a mano con Milo, donde repasamos diferentes aspectos de su vida, anécdotas, proyectos, sueños, además de una mirada sobre la juventud chaqueña y un mensaje a quienes tienen vocación emprendedora. El artista plástico nos dejó definiciones significativas que hablan de su fuerte arraigo y sentido de pertenencia. A continuación los dejamos con esta imperdible entrevista…
¿Quiénes fueron tus puntales en las diferentes etapas de la vida?
Como uno de mis puntales lo tengo muy claro a Mario Banegas, que fue mi maestro de dibujo de acá de la escuela primaria y fue el que me ayudó a entender un poco los lenguajes y eso que yo hacía, le dio valor a lo que hacía trabajando mucho la autoestima que es algo de lo que siempre hablo. No es tan importante saber pintar sino el trabajar la autoestima de las personas, es decir darle herramientas para que se enfrenten de otra manera a la vida.
¿Qué significó la apertura del Paseo del Arte en el shopping de Resistencia?
Cuando me hicieron la propuesta no sabía que formato tomar, porque cuando uno hace cosas todo el tiempo se equivoca, pero acá apareció la posibilidad de armar algo con la responsabilidad social, con generar puestos de trabajo para los chicos de Girasoles, es decir armar “otra cosa”, y eso es lo que más me gustó. Los chicos hablaron, pudieron contar que van a tener un trabajo que los pone en práctica, y esto me parece muy interesante porque está muy bueno que el arte pueda cumplir esa función.
¿Cómo viviste el proceso que te catapultó a la élite de artistas plásticos?
Cuando uno hace siempre comete errores y después hay que ver que se hacen con eso, como se capitaliza, cómo se aprende. Al hacer cosas todo el tiempo siempre hay equivocación, empieza de nuevo, prueba con otra fórmula y no esto ajeno a eso. La crítica te construye también a pesar de que tengo diferencias con el sistema, esto es algo que le ocurre a todas las personas que nos destacamos en algo, más en el mundo de la cultura, en el mundo del arte, que es áspero, difícil, donde hay mucho egoísmo, mucho protagonismo y no compañerismo justamente.
En el 2009 tomé la decisión de salirme del sistema y estoy más adentro del sistema que nunca -risas-. Lo que me ayuda mucho es que trabajo todos los días, puedo parar un par de días para visitar a la familia, pero la semana que viene tengo otra vez una intensa rutina de actividades.
¿Cómo es un día en la vida de Milo Lockett?
Arranco muy temprano, todos los días camino una hora por salud, tengo un profesor que todos los días me busca por mi casa y me lleva a caminar y hacer un poco de gimnasia. Hago muchos ejercicios de respiración porque fumo mucho y tomo mucho alcohol así que tengo que depurar el cuerpo -risas-.
Después ya comienzo el día de trabajo, donde entro a mi taller a eso de las 10 u 11 de la mañana ya quedándome hasta la noche. Me gusta trabajar mucho en el taller, es un lugar en el que me siento cómodo y en el que no tengo conflicto con nadie.
Presentaste obras en muchas ciudades del mundo, ¿te acordás alguna anécdota que te hay marcado en alguno de los viajes que realizaste?
Sí totalmente, hace un par de años, cuando Jerónimo tenía uno, hice una gira por distintas ciudades, estuve en Suiza, en Lugano, en Milán, en Roma y en Portofino, donde fui a hacer una escultura que está en la montaña en la que se encuentra un museo privado, es una cosa rarísima y muy linda.
En ese viaje di varias charlas, pero me llamó la atención cuando di una charla en la universidad de Génova como ellos me conocían. Apelando a mis pocas neuronas dije “que raro que sepan toda mi vida”. A la gente le gustaba mucho el arte llamado comercial e inclusive me hacían todo tipo de preguntas, entonces el tipo que me llevó me dijo que la gente a la que le interesa el arte en el lugar se encarga de estudiar a las personas que van a exponer, de conocerlos, de investigar sobre su vida para poder después realizarle preguntas. Yo me quedé sorprendido porque me preguntaban cosas hasta del Impenetrable -risas-, y en ese momento me sentí como muy bruto.
Sabemos que sos un tipo emprendedor, ¿cuáles son tus proyectos a futuro?
Lo más inmediato que vamos a arrancar en noviembre es una recorrida por el Impenetrable con Dante estampando geografía, es un proyecto muy ambicioso que se enmarca en uno más grande que tiene que ver con recorrer toda la Argentina por lo menos dos o tres años para luego sacar algún material que sea de difusión gratuita. Está bueno armar proyectos que puedan incentivar a otros proyectos, soy un convencido de que cuando una idea es buena hay que vitalizarla y si ayuda a cambiar algo con más razón.
Colaborás siempre con causas solidarias, fundamentalmente con el Chaco. ¿Qué sentís cada vez que volvés a la provincia?
A nuestra provincia le faltan muchas cosas pero también tenemos muchas otras. Tenemos que aprender a valorar más nuestro capital humano, no nos damos cuenta de eso. Hay lugares y empresas del mundo que pagarían fortuna por un capital humano como el de la provincia, por alguien que piensa distinto, que tiene un valor agregado a la hora de lo que pone en el trabajo. Nosotros acá no nos damos cuenta de eso. Al ser una provincia que siempre nos falta cinco para el peso no miramos todo lo bueno, por ejemplo la creatividad que tenemos los chaqueños, la forma de amañarnos.
No tenemos que tener tanta vergüenza de ser provincianos, no achicarnos ante los desafíos, por ejemplo el de llegar con algo a la Capital. Tenemos muchas cosas positivas pero siempre estamos con el lamento y creo que cuando superemos esa instancia vamos a estar mucho mejor.
Me preocupan mucho los índices de jóvenes pobres que tenemos, cuando te dicen, por ejemplo, que hay un millón de jóvenes que no tiene trabajo y no estudia, se hablan de números gigantes que se tienen que revertir. Me duele mucho que habiendo tanta gente inteligente no puedan resolver esta situación. Nuestro problema radica en que todo se hace para la coyuntura, en hacer para la gestión, nunca tenemos un plan de estado y para incluir a los jóvenes se deben generar bases sólidas.
¿Qué le dirías a los jóvenes que quieren emprender un proyecto?
Los chicos que quieren emprender algo que lo hagan, el mundo es de los emprendedores, hay millones de historias que son divinas y que nos hablan de esto. Les digo que hagan, uno se equivoca al hacer, pero a la vez se aprende mucho. Hay que ser más autodidacta y menos académico, que muchas veces nos confunde en pensar únicamente en que hay una sola fórmula para lograr las cosas, y que si falla ese camino falla todo. En cambio cuando uno todos los días se equivoca y todos los días se aprende puede pasar que en algún momento la pegues.
¿Te considerás una persona exitosa?
Me considero exitoso desde el día que tomé la decisión de cerrar la fábrica y me dije me voy a dedicar a pintar. Esa fue una decisión exitosa en mi vida. Considero que el éxito no se mide por lo obtenido sino por la sensación de hacer algo que realmente se quiere. Después hay un montón de momentos donde me siento exitoso, compensado de la vida.
En el momento que te la creíste es cuando empieza la decadencia, ahí te pones vulnerable.
No tenemos que tener tanta vergüenza de ser provincianos, no achicarnos ante los desafíos, por ejemplo el de llegar con algo a la Capital. Tenemos muchas cosas positivas pero siempre estamos con el lamento y creo que cuando superemos esa instancia vamos a estar mucho mejor.
De corazón, quienes hacemos Zona Vip queremos agradecerte Milo Lockett por compartir parte de tu tiempo. Sos una gran persona, comprometido y trabajador y, lo más importante, siempre tenés presente a la provincia en el lugar del mundo donde te toca viajar. Muchas gracias y a seguir cosechando éxitos !!!
Entrevista: José Martín Bangher
Edición: Sebastián Daniel Abramovich
Dirección: Diego Andrés Gómez Rial